Todos podemos ser misioneros digitales
El mes de octubre está dedicado al Rosario y también a las misiones. Esto como familia nos debe llamar a ser una familia en misión permanente.
El mes de octubre está dedicado al Rosario y también a las misiones. Esto como familia nos debe llamar a ser una familia en misión permanente.
El confinamiento que vivimos puede dificultar el trato, pero no ha de causar que nos encierre en nosotros mismos. Esta situación nos puede ayudar a valorar lo que es el trato personal.
Las redes sociales son utilizadas por los milénials; sin embargo, algunos se atreven a abandonarlas, una historia así nos la cuenta Mario Arroyo.
El papa Francisco pidió que las redes sociales no sean un lugar de alienación sino de solidaridad y respeto a las diferencias.
La inmensa cantidad de obras realizadas por personas católicas o por instituciones de la Iglesia Católica se vuelve, por decreto, “invisible”.
Al parecer, en México se reprime abiertamente a quienes expresen ideas consideradas “políticamente incorrectas” en redes sociales.
La actividad en redes sociales es posible gracias a miles de máquinas y programas, pero también a miles de personas que facilitan nuestro vivir digital.
El quehacer digital católico, se evidencia que éste está enfocado no tanto a “atraer” nuevos católicos sino a mantener a los que ya lo son.
En muchas empresas se promueve el “orgullo gay”. La presión se hace más fuerte en los medios y en las redes sociales. ¿No se parece esto a una dictadura?
Resulta sintomático que hasta el momento apenas haya quienes conozcan el nombre del niño mientras que todo mundo conoce el nombre del gorila.
Causa preocupación una tendencia creciente en las redes sociales a compartir información que resulta ser falsa. Internet es proclive a la noticia falsa.
Es curioso que se dé por cierto lo que se publica en redes sociales, sólo porque resulta creíble y verosímil, y se cuestione en cambio otros temas.