
“Astutos como serpientes” ¿Qué tan ingenuos somos?
Se comprende la ingenuidad de un niño, pero ya de mayores, no podemos permitirnos ser ingenuos y caer en los engaños y tentaciones de la corrupción.

Se comprende la ingenuidad de un niño, pero ya de mayores, no podemos permitirnos ser ingenuos y caer en los engaños y tentaciones de la corrupción.

Personalmente creo que el ofendido es Francisco por una sencilla razón: Hemos hecho un drama de un comentario coloquial y privado del Papa.