
Agradecimiento de año nuevo
Tener a Dios en la ecuación facilita la tarea de agradecer; ya no es vacía, genérica o absurda, sino concreta y real.

Tener a Dios en la ecuación facilita la tarea de agradecer; ya no es vacía, genérica o absurda, sino concreta y real.

En una meditación sobre María Magdalena, el Papa explica cómo Dios sale a nuestro encuentro en momentos de soledad, vacío y dolor en nuestra vida.

No se le debe temer a la vejez, ni sentirse nostálgico por la juventud que nunca regresará; en muchas ocasiones, esta etapa es el verdadero inicio de la vida.

El Papa cuenta que, de camino a ver a sus amigos, pasó por la iglesia y se encontró con un Padre que le inspiró una confianza especial y se confesó con él.