
La Belleza de la Liturgia (23). Silencio, ¿para qué?
El silencio litúrgico es el símbolo de la presencia y la acción del Espíritu Santo que anima toda la acción celebrativa.
El silencio litúrgico es el símbolo de la presencia y la acción del Espíritu Santo que anima toda la acción celebrativa.
Cuando el Señor da sentido a nuestra vida, nos sacia. Porque al calor de su presencia nuestra vida cambia: sin Él sería realmente una vida gris.
Dios no nos promete que nunca tendremos miedo, sino que, con su ayuda, podremos sobrellevarlo. El poder de la oración hace entrar la luz en las situaciones de oscuridad.
El papa Francisco nos invita a continuar el hábito de orar el Padre Nuestro, inculcando que aunque pareciera que Dios no nos escucha, él siempre estará ahí para escucharnos y apoyarnos en todo momento.
El Papa Francisco advierte del peligro de dar la espalda a la Palabra de Dios: “Se puede perder el sentido de la fidelidad y convertirse en católicos paganos”.
No tengamos miedo de “desempolvar” las bancas de nuestras Iglesias. Sin los jóvenes, la Iglesia estaría incompleta.