
¿Futuro o asesino del clima?
Se debe respetar la naturaleza y cuidar del planeta, pero como parte de nuestra responsabilidad extendida, nuestra responsabilidad con los hombres del mañana.

Se debe respetar la naturaleza y cuidar del planeta, pero como parte de nuestra responsabilidad extendida, nuestra responsabilidad con los hombres del mañana.

La comunión de los santos es un misterio de solidaridad en que nuestras acciones repercuten en los demás.

La ternura no es en primer lugar una cuestión sentimental, sino la experiencia de sentirse amados precisamente en nuestra miseria.

A Dios le resulta grata la oración de intercesión, máxime si es por personas que no conocemos, porque manifiesta grandeza de alma y confianza en el poder divino.

El cuento de “La Bella y la Bestia” lo podemos leer como una alegoría de cómo con el bautismo recuperamos nuestra figura de Hijos de Dios.

La autoestima de Dios está garantizada o, dicho de otra forma, se identifica con su gloria.

Tener a Dios en la ecuación facilita la tarea de agradecer; ya no es vacía, genérica o absurda, sino concreta y real.

Es bueno que nosotros aprendamos a reconocer lo que Dios hace con nosotros en lo personal y en lo familiar.

El humanitarismo impulsa a la gente a salvar vidas, aliviar el sufrimiento y promover la dignidad humana.

Jorge Mario Bergoglio cumplió este 17 de diciembre 85 años, la edad que tenía Benedicto XVI al renunciar, casi la edad de San Juan Pablo II al fallecer.

Los actos de amor pueden ser cosas que nos cuestan trabajo hacer, pero que en este tiempo haremos por amor a Dios, por amor al Niño Jesús y por amor a nosotros.

Para ser santo hay que estar enamorado de Dios y para eso debemos estar siempre con Él, ya sea en esta vida pero principalmente en la vida eterna.