Al inicio de la Cuaresma. Libres para amar
La oración, la limosna y el ayuno nos ayudan a vaciarnos y liberarnos de los apegos que nos aprisionan.
La oración, la limosna y el ayuno nos ayudan a vaciarnos y liberarnos de los apegos que nos aprisionan.
El confort, las comodidades y facilidades que disfrutamos actualmente nos han hecho perezosos, acomodaticios y han logrado arrebatar a nuestra alma el anhelo de los bienes espirituales.
Estamos en cuaresma, tiempo en el cual la iglesia compele a todos los católicos a hacer penitencia y ayunar durante cuarenta días y cuarenta noches en el desierto.
Nuestros pecados, nuestras miserias e iniquidades son muchas, pero la misericordia de Dios es aún mayor y siempre nos perdonará mediante el sacramento de la confesión.
En el pasado, la Cuaresma era el inicio de 40 días de ayuno, penitencia y oración.
La cuaresma es un tiempo especial donde la misericordia de Dios derrama gracias, para los cristianos es preparación para celebrar la resurrección de Jesucristo.
Debido a la pandemia, este miércoles de ceniza es muy especial, ya que es la primera vez que la viviremos en familia y con las restricciones correspondientes.
La Cuaresma es el tiempo en que la oración y la penitencia nos ayudan a prepararnos para vivir mejor la Semana Santa.
Hoy es Miércoles de Ceniza, que da inicio a la Cuaresma, una oportunidad de conversión de vida habrá de reflejarse en la apertura y ayuda al prójimo.