
No tengamos miedo con Benedicto XVI (remembranza)
Los tiempos son los tiempos y la doctrina de la fe es la doctrina del Evangelio.
Los tiempos son los tiempos y la doctrina de la fe es la doctrina del Evangelio.
Lo que más necesita la Iglesia, para ser de verdad “luz de las naciones”, es que haya muchos laicos competentes y coherentes con su fe.
De aprobarse alguna ley en favor del aborto, ningún católico, ni nadie más, debería sentirse obligado a obedecerla, pues una ley intrínsecamente mala no es verdadera ley.
xBiden está promoviendo a nivel global uno de los crímenes más graves contra la vida humana, y que eso pesa sobre su conciencia, pues es su responsabilidad ineludible.
Los miles de niños que no alcanzarán a ver la luz, quizá millones, gritan clamando justicia. La justicia que nosotros, por ahora, somos incapaces de garantizar.
La batalla cultural de mostrar que el embrión es una maravilla y de que no hay nada como ser madre, para que el camino del aborto sea cada vez menos socorrido.
La democracia norteamericana, cuna de la democracia moderna, ha triunfado aunque ha salido golpeada. Biden tendrá la difícil tarea de trabajar por un país polarizado.
Joe Biden es el segundo presidente de los Estados Unidos en profesar la fe católica, en su página oficial tiene una entrada dedicada a “los católicos por Biden”.
La nueva posible vacuna para prevenir el COVID-19 de AstraZeneca presenta un dilema moral que involucra el uso de células provenientes de abortos.
Mi éxito justifica que yo “interrumpa” la vida humana (por usar su eufemismo), sin que se pueda, obviamente, “reanudar”.
La ONU parece sufrir de bipolaridad, puesto que por un lado apoya la conmemoración del Día Internacional del Síndrome de Down y por otro lado promueve el aborto como un derecho humano.
En Nueva York se ha firmado una ley que permite realizar un aborto en cualquier momento del embarazo, promoviendo el asesinato de un ser incapaz de defenderse incluso a poco tiempo de nacer; sin duda algo totalmente inhumano por parte de estas personas.