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Agustín Pro, mártir, 89 años atendiendo a las periferias

El 23 de noviembre de 2016 se cumple el 89 aniversario del martirio de Miguel Agustín Pro, S.J., pero su memoria no es una evocación al recuerdo del pasado; mucha gente generosa hace de la caridad el mejor puente de la obra del mártir.

El jesuita, martirizado en 1927, quien su único “delito” fue ejercer su ministerio sacerdotal durante el gobierno de Plutarco Elías Calles, incluso ya perseguido, apoyaba a unas cien familias en necesidad mediante la entrega de despensas. Hoy, a casi 90 años de distancia, puntualmente se entrega mensualmente a muchas personas el apoyo.

Humberto Pro Galindo, responsable de esta obra y sobrino de Miguel Agustín y Humberto Pro, en entrevista para Yo Influyo, explicó que desde el 23 de diciembre de 1927, cada día 23 de mes -de todos los meses del año- se entregan despensas, siendo los amigos y señoras amigas del Padre Pro los primeros voluntarios entusiastas, quienes llevaron a cabo la obra por muchos años, lo cuales también en vida del Padre Pro, lo apoyaban y después de su muerte continuaron en su nombre.

El entrevistado señaló que hacia 1935 un grupo de señoras creó una primera asociación, y con el paso de los años, se conformaron diversas sociedades; y antes de la actual dirigencia, la Sra. Núñez llevaba las riendas de esta acción, y fue quien los llamó a los hoy directivos a continuar este legado, desde hace ya unos 20 años, pues “siendo parientes tenemos la obligación”.

Actualmente, la Asociación Padre Pro IAP atiende mensualmente a 250 familias con despensa, y desarrolla su actividad con notable orden. Humberto Pro precisó que se les entrega a los beneficiarios una credencial anual, misma con la que se recogen los apoyos cada día 23, salvo que “caiga en sábado o domingo”, cuando se adelanta al lunes o se retrasa al viernes. Las despensas se entregan en la Parroquia de la Sagrada Familia de la Colonia Roma, atendida por sacerdotes de la Compañía de Jesús, la misma familia religiosa del mártir y donde reposan sus restos mortales.

Los beneficiarios son personas mayores de 70 años, “gente que seguro ya no puede trabajar… son gente pobre y vieja”. Los interesados que pueden acceder al apoyo son admitidos en enero, tomando en cuenta a aquellos lugares que se han dado de baja por acumulación de faltas o por fallecimiento.

Aquellos que deseen ayudar a la Asociación pueden aportar de manera económica, en especie o con su ayuda, siendo que ninguno en la Asociación tiene un salario, todo se destina a las despensas. Los interesados en aportar a la Asociación, pueden visitar su página en Internet.

Es muy entrañable el cariño que tiene esta familia por Humberto Pro Juárez, hermano del beato Miguel Agustín, quien fue fusilado junto con él, incluso el mismo día, y por quien Humberto Pro Galindo lleva el nombre de Humberto, quien tiene un hijo sacerdote también de nombre Humberto Pro de la Torre, así como un par de sobrinos (Humberto y Miguel Agustín), y además su nieto mayor nació un 23 de noviembre.

“Somos familiares porque nos ha tocado… Nosotros no somos nada, como cualquier otro; claro, nos tocó ser parientes; tratamos de hacer algo por la gente pobre en México nada más”, dijo Humberto Pro Galindo.

El Padre Pro tenía un gran amor por lo pobres, como lo señaló el postulador de la causa, citado por la agencia SIAME: “él mismo se describía como el preferido de los borrachos, las criadas y las prostitutas”.

 

 

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