@voxfides
Llevemos con confianza ante Jesús nuestras enfermedades, y las de nuestros seres queridos. Jesús nos curará para que podamos ser libres.
Secundemos al Papa pidiendo que no falte la esperanza, en especial, en quienes estén desanimados, fracasados y sin ver claro el futuro, incluso en la última hora de su vida.
Papá debe estar al pendiente de que cada niño reciba los sacramentos que le tocan, que reciba la formación espiritual que necesita.
Enseñemos a nuestros hijos a resguardarnos en el Amantísimo Corazón de Jesús.
La palabra de Jesús es para todos, pero actúa en cada uno de manera diferente.