
Paz, que nos hace falta
La paz no es sólo la ausencia de guerra ni la falta de violencia. Si así fuera, los cementerios serían un modelo de paz.
La paz no es sólo la ausencia de guerra ni la falta de violencia. Si así fuera, los cementerios serían un modelo de paz.
Los “pobres de espíritu” son los que son y se sienten pobres en lo más profundo de su ser.
El cardenal Robert Sarah es un hombre para quien Dios está en el centro, es lo importante, todo lo demás resulta muy secundario.
La base de cualquier relación son la confianza y la sinceridad, ya que si no existen, las relaciones no pueden ser plenas.
Jesús nos enseña en el Sermón de la Montaña, que comienza con las Bienaventuranzas, el camino para conseguir la felicidad y vivir alegres.
En la marcha por la vida en Washington, Trump aseguró que “los niños no nacidos nunca han tenido un defensor más fuerte en la Casa Blanca”.
Hoy quieren trastocar la escala de valores tratando de hacer pasar como bueno lo que en realidad es malo y decir que lo que es bueno, ahora está pasado de moda.
En la nueva película “Renacidos del Padre Pío” se relatan desde milagros hechos por su intercesión, hasta conversiones de personas alejadas de Dios.
El Concilio Vaticano II corroboró que la oración con la santidad de vida es “alma del movimiento ecuménico”.
No es el éxito ni el dinero lo que hace felices a las personas, sino el tener relaciones estables de calidad.
Hoy los católicos en todo el mundo oramos para que “Dios nos conceda fortalecer todo aquello que nos une y sobrepasar todo aquello que nos separa”.
Nadie ama lo que no conoce, por eso debemos tener la Biblia en un lugar prominente en nuestra casa, para que nuestros hijos la vean, la conozcan y la amen.