El Papa Francisco autorizó la promulgación de los decretos para declarar santos a los niños mártires de Tlaxcala, asesinados en México por “odio a la fe”.
Se trata de Cristóbal, Antonio y Juan, quienes fueron de los primeros evangelizados por los frailes franciscanos y dominicos que llegaron a México inmediatamente después de la conquista española, beatificados por Juan Pablo II en la Basílica de Guadalupe, durante su segunda visita a México, en 1990.
Cristóbal, nació en Atlihuetzia, Tlaxcala, hacia el año de 1515. Fue educado por los frailes franciscanos que evangelizaban la región, entre 1524 y 1527.
Luego de ser bautizado, invitaba a su padre, el cacique Acxotécatl, para que dejara la embriaguez y la adoración de ídolos, causando la ira de su progenitor, quien lo asesinó en el año de 1527.
Poco antes de morir, Cristóbal le dijo a su padre: “No pienses que estoy enojado, porque yo estoy muy alegre; y sábete que me has hecho más honra de lo que vale tu señorío”.
Sus restos se encuentran hoy en la Catedral de Nuestra Señora de la Asunción de Tlaxcala.
Antonio y Juan nacieron en el pueblo de Tizatlán, entonces parte del señorío de Tlaxcala. Educados primero por franciscanos y luego por dominicos, los niños recolectaban ídolos para luego destruirlos; pero en Cuautinchán, Puebla, fueron sorprendidos y asesinados, en el año de 1529.
El Papa Francisco autorizó la promulgación de los decretos para declarar santos a los niños mártires de Tlaxcala, asesinados en México por “odio a la fe”.
Se trata de Cristóbal, Antonio y Juan, quienes fueron de los primeros evangelizados por los frailes franciscanos y dominicos que llegaron a México inmediatamente después de la conquista española, beatificados por Juan Pablo II en la Basílica de Guadalupe, durante su segunda visita a México, en 1990.
Cristóbal, nació en Atlihuetzia, Tlaxcala, hacia el año de 1515. Fue educado por los frailes franciscanos que evangelizaban la región, entre 1524 y 1527.
Luego de ser bautizado, invitaba a su padre, el cacique Acxotécatl, para que dejara la embriaguez y la adoración de ídolos, causando la ira de su progenitor, quien lo asesinó en el año de 1527.
Poco antes de morir, Cristóbal le dijo a su padre: “No pienses que estoy enojado, porque yo estoy muy alegre; y sábete que me has hecho más honra de lo que vale tu señorío”.
Videntes de Fátima también serán declarados santos
También serán declarados santos el beato Francisco Marto, nacido el 11 de junio de 1908 y fallecido el 4 de abril de 1919, y la beata Jacinta Marto, nacida el 11 de marzo de 1910 y fallecida el 20 de febrero de 1920. Los niños videntes de Fátima.
Asimismo, el beato Angelo de Acre (Luca Antonio Falcone), sacerdote profeso de la Orden de los Hermanos Menores Capuchinos; nacido el 19 de octubre de 1669 y fallecido el 30 de octubre de 1739.
Y los beatos Andrea de Soveral y Ambrogio Francesco Ferro, sacerdotes diocesanos, y Mateus Moreira, laico, y 27 compañeros mártires, asesinados por odio a la fe en Brasil el 16 de julio de 1645 y el 3 de octubre de 1645.
Sólo falta que el Papa Francisco fije la fecha y el lugar de la canonización.
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