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Reconoce el Papa como Venerable al Padre Antonio Repiso

El Papa Francisco aceptó las “virtudes heroicas” del Siervo de Dios Antonio Repiso Martínez de Orbe, sacerdote jesuita que fundó la Congregación de las Hermanas del Divino Pastor de Oaxaca. Yo Influyo te explica quién es este nuevo venerable de la Iglesia católica en México.

Este lunes 27 de febrero el Papa Francisco abrió el camino a la santificación de un mártir y de siete nuevos venerables, autorizando al prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, el cardenal Ángelo Amato, a la promulgación de los respectivos decretos. Entre ellos, el pontífice ha reconocido las “virtudes heroicas” del padre Antonio Repiso Martínez de Orbe, sacerdote mexicano y fundador de la Congregación de las Hermanas del Divino Pastor de Oaxaca.

Y, ¿qué son las virtudes heroicas? Santo Tomás de Aquino (I-II: 61:4) explica que “la virtud consiste en el seguir o imitar a Dios. Toda virtud, como toda otra cosa, tiene su tipo (ejemplar) en Dios”; y Papa Benedicto XIV describe la heroicidad como “una virtud cristiana que debe capacitar a su dueño para realizar acciones virtuosas con extraordinaria prontitud, facilidad y placer, por motivos sobrenaturales y sin razonamientos humanos”.

El Siervo de Dios Antonio Repiso Martínez de Orbe nació en la Venta de Córdoba, estado de México, el 8 de febrero de 1856. Y de acuerdo a información publicada por las Hermanas del Divino Pastor, planificó su carisma y misión de vida al atender la niñez desamparada, los hogares marginados y desintegrados, la juventud desorientada, la miseria y la persecución religiosa que vivían los miembros de la comunidad de Oaxaca. El 14 de enero de 1900 fundó esta Congregación con seis jóvenes que formó personalmente y con quienes luego fundó el Asilo Divino Pastor, iniciando su obra con 33 niños de obreros de la misma ciudad.

Pero sus acciones heroicas no se iniciaron en el año 1900. El padre Antonio celebró su primera misa el 25 de marzo de 1881 y pocos años después pasó a Texcoco, donde estableció una escuela parroquial. En 1891 fundó otra escuela parroquial y un internado para niñas en Xochimilco. Y el 18 de septiembre de 1895, hizo los votos como jesuita, lo que sentaría las bases de la obra que desarrollaría luego con las Esclavas del Divino Pastor.

La vida del padre Repiso Martínez de Orbe estuvo marcada por una llaga cancerosa que le apareció en su espalda y le causó mucho sufrimiento durante más de veinte años, hasta llevarlo a la muerte. Se sabe que era muy devoto a la Virgen de Guadalupe y, para mitigar sus dolores, practicaba la oración y la penitencia, durmiendo en el suelo sobre una tarima. Hasta que falleció el 27 de julio de 1929, a la edad de 73 años. Hoy, sus restos se encuentran en la capilla de la Casa Generalicia de la congregación de las Esclavas del Divino Pastor, en la ciudad de México.

Diversos autores coinciden en que la virtud que más está presente en la vida del sacerdote jesuita es la paciencia con la que sobrellevó su llaga y que no detuvo nunca su labor pastoral. “También sobresalieron en su vida la obediencia, tanto al médico como a sus superiores, y la caridad, practicando las obras de misericordias corporales y espirituales. Muchas personas aseguran haber recibido favores especiales, especialmente en cuanto a salud se refiere, gracias a la intercesión del Padre Repiso. Asimismo, algunas religiosas afirman haber visto al Padre levitar”, refiere el Diccionario de Historia Cultural de la Iglesia en América Latina.

Con este decreto la Santa Sede reconoce que el Siervo de Dios Antonio Repiso Martínez de Orbe vivió en grado heroico la fe, la esperanza y la caridad. Ahora se requiere un milagro para poder proceder a su beatificación y un segundo milagro para su definitiva santificación.

 

 

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