huellas
Caminemos juntos como discípulos y misioneros
Papa Francisco; intenciones de oración Febrero 2017

En febrero el Papa ora por pobres, refugiados y marginados

 

Este miércoles 1 de febrero, el Santo Padre celebra la Audiencia General en el Aula Pablo VI. Gran cantidad de peregrinos de todo el mundo se hacían a la espera de las palabras de Su Santidad.

 

El Santo Padre resaltó el miedo innato que todas las personas sienten ante la muerte y a la esperanza cristiana radicada en la resurrección de Cristo.

 

Papa Francisco.- “Por ejemplo, podemos decir: ‘Espero que mañana haga buen tiempo”, pero sabemos que puede hacer muy mal tiempo. La esperanza cristiana no es así. La esperanza cristiana es la expectativa de algo que ya se ha producido y que tenemos la certeza de que se realizará en cada uno de nosotros”.

 

El Papa explica a toda la comunidad cristiana los efectos y las consecuencias que tiene la muerte.

 

Papa Francisco.- “Cada vez que nos encontramos frente a nuestra muerte, o a la de un ser querido, sentimos que nuestra fe es sometida a prueba. Surgen todas nuestras dudas, todas nuestras debilidades, y nos preguntamos: ‘¿De verdad hay vida después de la muerte? ¿Podré ver y abrazar a las personas que he querido?’”

 

“También nosotros, en el contexto actual, tenemos necesidad de retornar a la raíz y al fundamento de nuestra fe, para así tomar conciencia de todo lo que Dios ha hecho por nosotros en Jesucristo. Tomar conciencia de qué significa nuestra muerte. Todos tenemos un poco de miedo a la muerte por esta incertidumbre”.

 

Ya por concluir, comentó una pequeña anécdota:

 

Papa Francisco.- “Me viene a la memoria, un anciano muy valiente que decía: ‘yo no tengo miedo a la muerte…, sólo un poco a verla venir’. Él tenía a miedo a eso”.

 

Texto completo:

 

“Cuando una mujer se da cuenta de que está en embarazo, cada día aprende a vivir en la espera de ver la mirada de ese niño que vendrá. También nosotros debemos vivir y aprender de esta espera humana y vivir en la espera de mirar y encontrar al Señor. Esto no es fácil, vivir en la espera, pero se aprende”, añadió el Santo Padre.

 

En su catequesis, Francisco recordó que los cristianos de la comunidad de Tesalónica estaban preocupados por la muerte y la resurrección.

 

“La dificultad de la comunidad no era tanto el reconocimiento de la resurrección de Jesús, sino el creer en la resurrección de los muertos”. Por ese motivo, “el Apóstol trata de hacerles comprender, a todos, los efectos y las consecuencias que este evento único y decisivo –la resurrección del Señor– implica para la historia y la vida de cada uno”.

 

El Obispo de Roma señaló que no se debe olvidar que, la de Tesalónica, “era una comunidad joven, fundada hacía poco tiempo, que, pese a las dificultades y las muchas pruebas a la que se veía sometida, estaba radicada en la fe y celebraba con entusiasmo y con alegría la resurrección del Señor Jesús”.

 

“Cuando Pablo les escribe, la comunidad de Tesalónica hacía muy poco que había sido fundada. Sólo unos años la separaban de la Pascua de Cristo”.

 

“Esta carta –continuó el Pontífice–, se revela más actual que nunca. Cada vez que nos encontramos frente a nuestra muerte, o a la de un ser querido, sentimos que nuestra fe es sometida a prueba. Surgen todas nuestras dudas, todas nuestras debilidades, y nos preguntamos: ‘¿De verdad hay vida después de la muerte? ¿Podré ver y abrazar a las personas que he querido?’”

 

“También nosotros, en el contexto actual, tenemos necesidad de retornar a la raíz y al fundamento de nuestra fe, para así tomar conciencia de todo lo que Dios ha hecho por nosotros en Jesucristo. Tomar conciencia de qué significa nuestra muerte. Todos tenemos un poco de miedo a la muerte por esta incertidumbre”.

 

 

@voxfides

comentarios@yoinfluyo.com

 

Artículos Relacionados