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Caminemos juntos como discípulos y misioneros

Señor, ¡Que no sé hacer oración! (18)

Ahora, les presentamos otro ensayo del Padre Carlos Chávez Shelly, titulado: Señor, ¡Que no sé hacer oración!, que nos introduce al tema de lo que es la “oración”, ésa relación especial, natural e íntima que se establece entre el ser humano y Dios Padre, su Creador (Parte 18).

LA ORACION VOCAL

Ofrecimiento de obras

Un buen modo de comenzar el día es ofreciéndole todas nuestras actividades al Señor y a nuestra Madre del Cielo, por ejemplo, una fórmula muy conocida es la siguiente:

“¡Oh Señora mía, oh Madre mía, yo me ofrezco! Enteramente a Vos, en prueba de mi filial afecto os consagro en este día y para siempre, mis ojos, mis oídos, mi lengua, corazón, en una palabra todo mi ser. Y ya que soy todo vuestro, oh ¡Madre de bondad! guardadme y defendedme como cosa y posesión vuestra, Amén”.

Y luego, pedir la protección de nuestro ángel custodio:

“Ángel de mi guarda, mi dulce compañía, no me desampares ni de noche ni de día, hasta ponerme en los brazos de Jesús y de María”.

Santo Rosario

Una devoción secularmente recomendada por la Iglesia. La recitación y la contemplación de los misterios del Rosario nos harán tener mucha más familiaridad con Jesús, María y José, y con los principales acontecimientos de su vida; además, “como en otros tiempos, ha de ser hoy el Rosario arma poderosa, para vencer en nuestra lucha interior, y para ayudar a todas las almas. Ensalza con tu lengua a Santa María: reparación te pide el Señor, y alabanzas de tu boca. Ojalá sepas y quieras tú sembrar en todo el mundo la paz y la alegría, con esta admirable devoción mariana y con tu caridad vigilante”49.

Respecto a su devoción al Rosario –la que considera su favorita según lo ha manifestado en varias ocasiones– se cuenta una anécdota ilustrativa de Juan Pablo II:

En cierta ocasión, a un Cardenal con quien tenía mucha confianza –ya murió– le jugó una broma:

– ¿Ha rezado el señor cardenal su rosario?

– El señor cardenal, Santo Padre, ha rezado las tres cuartas partes del rosario… y el Papa ¿ha rezado también su rosario?

– El Papa –replicó con buen humor Juan Pablo II– no ha rezado su rosario, sino unos veinte rosarios.

No todos los días reza tantos, pero hoy ya van unos veinte.

Algunas personas piensan que es una devoción muy rutinaria y hasta aburrida. Para ti y para todos, San Josemaría Escrivá respondió un día a un amigo mío que le preguntó algo así como:

–¿Y cuando nos dicen los amigos, que el rosario es aburrido? –según recuerda– lo siguiente: los aburridos son ellos. No es aburrido y tú lo sabes. Los que tienen novia le dicen que la quieren, como una letanía, cuarenta veces al día. ¿Por qué en este amor sobrenatural, que es perfectamente compatible con el o la novia, y el día de mañana con la esposa y con los hijos, no le vamos a decir a la Madre de Dios, que es Madre nuestra, que la queremos? Le echamos todos los piropos que hay en la letanía; le rezamos con frases tomadas del Santo Evangelio…

Para rematar te diré que la Iglesia concede indulgencia plenaria –imagínate… ¡todo el purgatorio debido por tus pecados, perdonado!– para quienes, junto con otras condiciones previstas –recen el Rosario con su familia o en la iglesia o en un oratorio50.

NOTAS:

49 San Josemaría Escrivá, Santo Rosario p.7.

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